Se nos pasó un poco la fecha pero, como expresa el dicho "mejor tarde que nunca".
El 13 de mayo se cumplieron 100 años de las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal, a los 3 pastorcitos: Jacinta, Lucía y Francisco.
Jacinta y Francisco Marto eran hermanos, ambos pastorcillos que trabajaban junto con su su prima Lucía de Jesús Rosa dos Santos.
“No tengáis miedo. No os hago daño”, dijo la Virgen María el día de la primera aparición a Lucía, Jacinta y Francisco, que contemplaban a una señora vestida de blanco, más brillante que el sol.
Después de decirles, entre otras cosas, que era del cielo y de pedirles que volvieran a ese lugar seis meses seguidos el día 13 a la misma hora, la Madre de Dios les preguntó:
“¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?"
Los pequeños le respondieron que sí querían. A lo que la Virgen les advirtió que tendrían que sufrir mucho, pero que la gracia de Dios los fortalecería.
Francisco falleció el 4 de abril de 1919 a causa de una neumonía teniendo 10 años de edad y Jacinta falleció el 20 de febrero de 1920 también de neumonía; ambos víctimas de la gran epidemia de gripe española que goplpeó en el año 1918.
Lucía, por el contrario, En 1921, con 14 años de edad y 4 años después de los hechos de Fátima, ingresó en el colegio de las Hermanas Doroteas en la localidad de Vilar, cerca de Oporto, y en 1928 se trasladó al convento de esta orden en Tuy, Pontevedra (Galicia, España), y luego al convento que la orden tenía en la ciudad de Pontevedra, donde en 1925 se le volvió a aparecer la Virgen. En 1946 volvió a Portugal y en 1948 decide ingresar en el Carmelo de Santa Teresa de Coimbra en régimen de clausura, profesando votos al año siguiente.
Sor Lucía fallece el 13 de febrero del 2005 a los 97 años.
Parte de su legado son las obras que escribió: sus Memorias y los Llamamientos del mensaje de Fátima.
En una de sus memorias, Sor Lucía nos cuenta que la Virgen le recomendó: “Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.
El 13 de mayo se cumplieron 100 años de las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal, a los 3 pastorcitos: Jacinta, Lucía y Francisco.
(De Izquierda a derecha, Jacinta, Lucía y Francisco)
“No tengáis miedo. No os hago daño”, dijo la Virgen María el día de la primera aparición a Lucía, Jacinta y Francisco, que contemplaban a una señora vestida de blanco, más brillante que el sol.
Después de decirles, entre otras cosas, que era del cielo y de pedirles que volvieran a ese lugar seis meses seguidos el día 13 a la misma hora, la Madre de Dios les preguntó:
“¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que Él es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?"
Los pequeños le respondieron que sí querían. A lo que la Virgen les advirtió que tendrían que sufrir mucho, pero que la gracia de Dios los fortalecería.
Francisco falleció el 4 de abril de 1919 a causa de una neumonía teniendo 10 años de edad y Jacinta falleció el 20 de febrero de 1920 también de neumonía; ambos víctimas de la gran epidemia de gripe española que goplpeó en el año 1918.
Lucía, por el contrario, En 1921, con 14 años de edad y 4 años después de los hechos de Fátima, ingresó en el colegio de las Hermanas Doroteas en la localidad de Vilar, cerca de Oporto, y en 1928 se trasladó al convento de esta orden en Tuy, Pontevedra (Galicia, España), y luego al convento que la orden tenía en la ciudad de Pontevedra, donde en 1925 se le volvió a aparecer la Virgen. En 1946 volvió a Portugal y en 1948 decide ingresar en el Carmelo de Santa Teresa de Coimbra en régimen de clausura, profesando votos al año siguiente.
Sor Lucía fallece el 13 de febrero del 2005 a los 97 años.
Parte de su legado son las obras que escribió: sus Memorias y los Llamamientos del mensaje de Fátima.
En una de sus memorias, Sor Lucía nos cuenta que la Virgen le recomendó: “Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, en especial cuando hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.
Luego María insistió:
“Cuando recéis el rosario decid, al final de cada misterio: Oh Jesús mío, perdonadnos, libradnos del fuego del infierno, llevad al Cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra misericordia”.
(Sor Lucía)
Francisco y Jacinta fueron beatificados por San Juan Pablo II el 13 de mayo del año 2000; y fueron canonizados este pasado 13 de mayo de 2017 por el Papa Francisco, proclamando él mismo: “En honor de la Santísima Trinidad, para exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y la Nuestra, después de haber largamente reflexionado, implorando varias veces la ayuda divina y oído el parecer de muchos hermanos nuestros en el Episcopado, declaramos y definimos como Santos a los Beatos Francisco Marto y Jacinta Marto, y los inscribimos en el Catálogo de los Santos, estableciendo que, en toda la Iglesia, sean devotamente honrados entre los santos. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
¡La Santa Madre Iglesia cuanta con dos nuevos santos! San Francisco y Santa Jacinta Marto.
Que ellos estén rogando por todos nosotros junto a Nuestra Señora de Fátima.
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